Conociendo a la pequeña Nala

Hace un par de tardes quedé para tomar café y ponerme al día de nuestras vidas con mi amiga la señorita M.V., pero sobre todo para que me presentase a la nueva integrante de su familia, la pequeña Nala.

Nala es una cachorrito de bulldog francés con a penas un mes de vida, con la que se me cae la baba por completo. Por el momento es una bolita adorable con cara de buena, a la que solo le interesa jugar y dormir. Sus dueños tuvieron la gran suerte de conocer al dueño de la madre de Nala, y que este se la regalase, al igual que hizo con el resto de cachorritos de la camada. Gracias a esto consiguieron una compañera de juegos para su otro bulldog francés, Gordi, con dos años de edad más o menos.

El bulldog francés es un perro pequeño, robusto, musculoso y con bastante fuerza, aunque no lo parezca por su talla. Suelen ser muy cariñosos y juguetones, grandes defensores de sus dueños, sobre todo con los niños, y de carácter tranquilo. Son perros de contrastes: cuando están despiertos y en pleno momento de juegos no paran de correr y saltar, pero salvando esos momentos suelen ser perros muy, muy tranquilos, con tendencia a dormir mucho… y a roncar, ¡incluso despiertos!

Pero con ronquidos o sin ellos, Nala es una ricura y ya se ha convertido en la niña de los ojos de su nueva familia, de su hermanito y de todos los que la conocen.

(Disculpad el tono tan rojo de las fotos, era culpa de la iluminación de la terraza).

¿Tenéis perros en vuestra familia? ¿Os gustan este tipo de perros? ¿Alguno tiene un bulldog francés? ¡Contarme vuestra historia perruna! ;)